La costa con arena en una parte y piedras en otro hace que esta playa tenga montón de peces. Para mi algunos de medio metro, pero lo bonito es que hay mucha variedad, que hacen el fondo muy entretenido.
Dentro del agua durante una hora, con mis aletas, gafas y tubo paso el tiempo sin darme cuenta, si no es por el frío y la piel arrugada que se queda cuando pasa mucho rato.
Ejercicio si se hace, a pesar que todo el tiempo no estoy nadando, sino flotando mirando el fondo, pero siempre tengo que estar moviéndome, lo que puedo decir que cuando salgo tengo hambre y sed. Si fuera posible me comería algún pez de los que me rodea, pero mejor no pensar en ello pues podría mi cabeza recordar que esos pececillos también prodrían comerme a mi.
Recomiendo nadar una vez por semana, es una buena manera para mantener la línea, y de adaptarse al medio que nos rodea, como la natación formo parte de los Juegos Olímpicos modernos a partir de 1896 no esta de más entrenarse para los próximos.
19 de noviembre de 2009
jose
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